El consumo de productos cosméticos crece por cuarto año consecutivo según los estudios realizados por STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética)
El crecimiento ha sido de un 2% durante el pasado año logrando alcanzar los 6.954 millones de euros, el consumo medio per capita de España se sitúa en 150€/año colocando nuestro mercado por encima de la media europea que asciende a 137€ por persona y año.
El consumidor español apuesta por los productos cosméticos para cuidar la salud y el bienestar
Es indiscutible que el bienestar y la salud están arraigados en la cultura española; 52% de los productos cosméticos que se consumen entran dentro de la categoría de productos de higiene personal y productos para el cuidado de la piel.
Dentro de los productos para el cuidado personal destacan los geles, champús, higiene dental y protección para la piel sobre todo en sus versiones de protección solar, hidratación y tratamientos anti-edad.
Los veranos son cada vez más largos, y esto ha conseguido que el consumo de productos de protección solar aumente sus ventas mediante el canal de la farmacia (+2.3%) . Este dato es muy importante ya que la lectura es que la gente quiere mucha mayor información y consejos sobre el uso de estos productos ya que se esta convirtiendo en un producto básico y fundamental para minimizar el impacto de la radiación solar en nuestra piel y reducir el envejecimiento cutáneo.
La multiculturalidad y la hiperconectividad se hacen notar en el mundo de la cosmética
La hiperconectividad nos ha generado como sociedad una necesidad de cuidar nuestra imagen más que nunca; nos ha acercado de manera nunca antes pensada; tenemos una gran accesibilidad y recomendaciones a productos de otros continentes. Toda esta tendencia es obvia cuando miramos queratinas de origen brasileño y maquillaje coreano como toda una tendencia en España.
La multiculturalidad también ha cambiado nuestras costumbres, al alejarnos de estereotipos y abrazar la diversidad tenemos un mercado mucho más amplio cremas, queratinas, manicuras y maquillajes que hasta hace una década era difícil imaginar que existían.
Cabe destacar que la forma que adquirir los cosméticos también ha cambiado. Al haber una mayor variedad de productos los canales de distribución que pueden incluir una recomendación profesional están a la alza.