Cuando queremos emprender un negocio, muchas veces pensamos en vender productos, pero que no podemos producir nosotros mismos. En estos casos, la mejor alternativa es comprarlos a otros países en los que las condiciones de producción de esos productos sean más favorables para el vendedor del país de destino (importar).
Gracias a las nuevas tecnologías podemos comprar productos a países como China o Estados Unidos , directamente a la fábrica donde se producen dichos productos y venderlos en nuestro país, ahorrándonos intermediarios que hacen encarecer el producto y reducir el beneficio.
En primer lugar, lo que se necesita es un producto y un nicho de mercado en el que nuestro producto pueda suplir una posible necesidad.
Seguidamente deberemos encontrar un proveedor que cumpla los estándares de calidad que creamos adecuados para el producto que queremos vender.
También es importante conocer las partes que intervienen en todo este proceso, que son el Fabricante, el Embarcador o Agente de transporte (encargado del envío en el país de origen y entrega la mercancía para que sea enviada), la Aduana del país de origen, el Transportador o Forwarder (encargado de llevar de manera segura todo el material) y la Aduana del país importador.
Hay estudios que dicen que las compras a países de fuera de la Unión Europea han aumentado un 20% en 7 años, pero también han aumentado las quejas, pues algunas veces los supuestos chollos que nos ahorramos en los productos nos acaban saliendo más caros, ya sea por los retrasos en los pedidos, los sobre-costes inesperados o los papeleos burocráticos que la mayoría de la gente desconoce a la hora de hacer su pedido. En el peor de los casos, estos contrapiés en los trámites de nuestros pedidos, suponen el abandono de la mercancía y en consecuencia, del dinero invertido.
Aun así, han aparecido algunas empresas que facilitan estos trámites, te asesoran y gestionan tus pedidos para que puedas ahorrarte todos los contratiempos que puedan surgir debido a su experiencia en el sector de las importaciones y las políticas aduaneras de los diferentes países de fuera de la Unión Europea. Las más destacadas son Asialia, que dispone de oficinas en China y Licencia Cosméticos, más enfocada a la importación de productos del sector de cosméticos y sanitario.